En Escobedo, Nuevo León, elementos de la Policía Ambiental realizaron un operativo que dejó como saldo la detención de dos personas. Intentaban vender búhos sin contar con los permisos necesarios.
Venta Ilegal; Daño Al Ecosistema
Durante el operativo se incautaron varios ejemplares. Los detenidos no pudieron justificar su posesión ni explicar de dónde los habían sacado.
Según las autoridades, todo apunta a que estos animales eran capturados en su hábitat natural y luego ofrecidos a través de redes sociales o de boca en boca.
Es decir, una cadena de ilegalidad que comienza en el monte y termina en un domicilio cualquiera de la zona metropolitana.
Además, las condiciones en las que estaban los búhos eran preocupantes. Se encontraban en jaulas pequeñas, sin comida adecuada y visiblemente estresados.
Esto no solo es ilegal, también es inhumano.
Afortunadamente, los ejemplares ya fueron entregados a especialistas para su evaluación y posible reintegración a la naturaleza.
Una práctica que no desaparece
Este caso no es aislado. En Nuevo León, la venta ilegal de fauna silvestre sigue ocurriendo a pesar de los esfuerzos de vigilancia.
De hecho, Escobedo ha sido señalado en otras ocasiones como un punto donde se detectan este tipo de actividades.
No hablamos de un mercado negro enorme, pero sí de una actividad persistente, silenciosa y dañina.
La venta de especies protegidas es un delito federal. Y aunque las sanciones existen, muchos infractores terminan con simples multas o procesos que se alargan tanto que el castigo pierde efecto.
Eso da pie a la reincidencia y al crecimiento de este comercio ilegal.
En palabras simples: es fácil salirse con la suya.
A esto se suma la ignorancia o desinformación de quienes compran. Hay personas que adquieren animales silvestres creyendo que pueden tenerlos como mascotas exóticas.
Pero no saben el daño que provocan, tanto al animal como al ecosistema del que fue arrancado.
Los búhos, por ejemplo, controlan plagas y su ausencia desequilibra otras cadenas alimenticias.
Las autoridades insisten en que la denuncia ciudadana es clave para combatir esta práctica.
La mayoría de los casos detectados inicia con un aviso de vecinos o de personas que notan algo sospechoso.
Y es que estos animales, por su naturaleza, no pasan desapercibidos por mucho tiempo.
¿Qué pasará con los detenidos?
Las dos personas aseguradas en este operativo enfrentan cargos por violaciones a la Ley General de Vida Silvestre.
Según la policía, ya fueron puestas a disposición del Ministerio Público, que definirá su situación legal en los próximos días.
Podrían enfrentar desde multas hasta penas privativas de libertad, dependiendo de los antecedentes y de la cantidad de ejemplares involucrados.
Mientras tanto, los búhos quedaron bajo resguardo del personal especializado de la Secretaría de Medio Ambiente estatal.
Estos expertos evaluarán su estado físico y determinarán si pueden ser liberados en su entorno natural.
En algunos casos, los animales deben pasar por un proceso de rehabilitación antes de regresar al bosque o al campo.
El caso también reabre el debate sobre la necesidad de reforzar las campañas de concientización.
Porque más allá de atrapar a quienes venden, es importante educar a quienes compran.
No se trata solo de castigar, sino de prevenir desde el conocimiento.
Aunque este operativo fue exitoso, la realidad es que muchos otros casos no se detectan.
El comercio de fauna silvestre opera muchas veces en la sombra, aprovechando vacíos legales o la falta de vigilancia en zonas rurales.
Y mientras no se aborde con seriedad, seguirá cobrando víctimas silenciosas: los animales.